¿Quién es shanna?

Creo que la conozco bien como para describiros lo más importante de ella.

Lo primero que os diría es que es una chica apasionada, todo lo que se propone a lo largo de su vida implica que se comprometa a fondo hasta conseguirlo.
Por eso mismo estás leyendo ahora esta entrada.
Considero que tiene carácter pero a la vez es pura bondad y dulzura.
Se le da muy bien hablar pero aún más escuchar, tiene ideas frescas, es muy organizada y no se le escapan los detalles, por eso opino que el proyecto que acaba de iniciar para convertirse en una gran wedding planner lo va a bordar.

Si os preguntáis que le inspiro a dar el paso de convertirse en wedding planner no os preocupéis que os lo cuento ahora mismo.
Además, os hará gracia conocer el motivo real por el cual ha querido implicarse a fondo.

Como bien recordaréis antes os he explicado que es una chica apasionada, organizada y que no hay detalle que se le escape.
¡¡Pues así es!! Excepto en el día más importante de su vida.

Todo empezó cuando su pareja le pidió matrimonio.
Al día siguiente, con toda su pasión, empezó a planificar la boda de sus sueños.
Durante las semanas posteriores, sus mejores amigas que ya estaban casadas empezaron a recomendarle que contratara una wedding planner porque era de gran ayuda.
Les agradeció el consejo pero confiaba en ella misma y creía que era innecesario.

Todos los meses de preparativos fueron rodados, cero estrés.
Sus familiares y amigos la veían tranquila y segura, muchos se sorprendían porque parecía que no estuviera organizando su boda, pero realmente es que lo tenía todo bajo control.

Pues bien, os resumo que todo de principio a fin lo montó ella.
Consiguió planificar la boda de sus sueños a la perfección.
A dos meses del gran día ya estaba todo más que listo y repasado, tan solo había que esperar.

De nuevo en otro café con sus mejores amigas (damas de honor) le recomendaron de nuevo la opción de contratar a una wedding planner tan solo para el día de la B.
Otra vez la chica cabezona y segura de sí misma les dijo que era una tontería porque ese día era el más fácil de todos.
Tremendo error… en un futuro le cambiará totalmente esa perspectiva que tenía.

Os puedo asegurar que por muy capacitada que estés y creas que no se te escapará nada, siempre hay “cositas” que en el día más importante de tu vida no quieres perder ni un minuto de tu tiempo.
Y ten la suerte que solo sean “cositas” como en el caso de Shanna, porque según el imprevisto que se dé puede atormentarte más de la cuenta.

¡¡Llegó el gran día!!

Esa preciosa mañana Shanna madrugó más de la cuenta porque os recuerdo que tenía que encargarse de TODO.
Así que con su futuro marido cargaron el coche en plan “tetris” y se fueron hasta la finca donde iba a tener lugar de principio a fin la boda.

Una vez allí empezó con todo el montaje de la ceremonia y el aperitivo.
No pudo avanzar más porque aún la sala del banquete no estaba montada porque faltaban muchas horas y no habían llegado ni los empleados.
No quiso estresarse, así que respiró, pensó que no pasaba nada y que después cuando estuviera la sala montada ya pondría lo que faltaba.

A continuación, tal como marcaba su timing, llegó su estilista y empezó el momento de la novia. Ahí es cuando todo tiene que fluir y no debes encargarte de absolutamente nada, solo disfrutar.

Como ya sabéis en todas las bodas siempre surgen “tormentos”, es decir, retrasos e imprevistos que no dependen de ti.
De ahí vienen los dos fallos que no pudo controlar por no tener a esa personita que pudiera llevar el feedback que necesitaba tener ese día.

El primero fue en la entrada del novio, empezó a sonar su canción, eso quería decir que supuestamente estaba entrando como es lógico, pero ¿dónde estaba el fotógrafo y el videógrafo? ¡Con la novia!
Tuvieron suerte que como ella estaba en todo les dijo rápido que estaba sonando la canción del novio y se fueron a toda prisa para captar parte de la entrada, pero la distancia de la habitación de la novia hasta la ceremonia os aseguro que era larga.

Ahí va el segundo y más importante, podría decir que este es el motivo real por el cual Shanna decidió convertirse en wedding planner.

Llega el momento, el más deseado por ti y por todos, la entrada de la novia.
Ese momento maravilloso, único, todo son nervios y emociones.
No puedes pensar, suena la canción, tu padre llora, tus sobrinos e hijos están delante abriéndote el camino, te colocas el velo, empiezas a caminar, divisas a la multitud mirando con ansia, todo son cámaras y móviles, entras en el pasillo y ves a tu marido esperándote…
Es sin duda el momento más bonito y emotivo de toda la boda.

Se celebra la ceremonia, todo sale perfecto, la gente ya está fuera esperando que salgan los novios para felicitarlos, coges de la mano a tu marido con la otra vas a coger el ramo y… ¿Dónde está el ramo?
Si… el ramo está en la habitación de la novia, encima de la mesa donde ella misma lo dejó después de la entrega y lectura de su cuñado. No hay más que decir.

Esa chica tan organizada, con todo bajo control, ¡¡entró sin ramo!!

Entrada de la novia sin ramo.

Y es normal, por mucho que creamos que podemos estar en todo, ese día en esos momentos es imposible.
Aun así la boda fue un 10 en todos los aspectos, insuperable.
Los familiares y amigos alucinaron con la dedicación, el trabajo y la cantidad de detalles que había.

Los novios estuvieron semanas posteriores a la boda recibiendo felicitaciones de lo bien que lo pasaron y lo mágico que fue todo.

Shanna vivió al máximo el día de su boda.
Pasaban los meses y tenía la necesidad de disfrutar de nuevo esos recuerdos tan maravillosos que pasaban por su cabeza.

Entonces fue cuando llego el día de la entrega de las fotos y el video de la boda.
En cuanto terminó de revivir por segunda vez su gran día miró a su marido y le dijo: “Necesito ser wedding planner.”

La conozco mejor que nadie y sé que será estupenda en ello.
Le pone pasión a todo lo que hace, tiene don de gentes y este mundo le fascina. Quiere convertirse en esa cómplice que todos los novios necesitan para un momento u otro de su boda.

Sinceramente, ese día tan solo debes ser LA NOVIA.
Empieza por levantarte tarde, no te encargues de nada, fluye y ves a disfrutar cada minuto de ese día tan soñado y esperado para ti.

¿Y cómo lo puedes conseguir? Pues muy sencillo, dejando los tormentos a tu wedding planner. Piensa que ella no se dejará tu ramo, ¡te lo aseguro!

Si necesitas a una cómplice en la que confiar para el día más importante de tu vida, ella es la indicada.
Estoy convencida de que hará realidad vuestros sueños.

P.D. ¡¡Las amigas siempre tienen razón!!

Él lo es todo para mi ❤️

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la importancia de un buen seating para el día de vuestra boda.